Que es el posicionamiento deseado del producto

Que es el posicionamiento deseado del producto

En el mundo del marketing y la gestión de productos, entender qué es el posicionamiento deseado del producto es clave para diferenciarse en un mercado competitivo. Este concepto, que también puede denominarse como posicionamiento estratégico del producto, se refiere al lugar que una marca o producto busca ocupar en la mente del consumidor. No se trata únicamente de cómo el producto es percibido, sino de cómo se quiere que sea percibido en relación con sus competidores. Es una herramienta poderosa para construir una identidad única y alcanzar objetivos comerciales.

¿Qué es el posicionamiento deseado del producto?

El posicionamiento deseado del producto es la estrategia que define cómo una empresa quiere que su producto sea percibido por el público objetivo. No se trata de lo que el producto realmente es, sino de la imagen que se busca proyectar. Este enfoque está basado en el posicionamiento de marca, y se centra en destacar atributos clave que diferencien el producto de la competencia. Por ejemplo, una marca puede posicionar su producto como el más ecológico del mercado o el más innovador en tecnología.

Este proceso implica una profunda investigación de mercado, análisis de la competencia, y una definición clara del público objetivo. Solo con esta base es posible construir un posicionamiento sólido y atractivo. El objetivo final es que los consumidores asocien el producto con una serie de beneficios y emociones específicas que lo hagan memorable y deseable.

Un dato interesante es que el posicionamiento deseado no es estático. Con el tiempo y según los cambios en el mercado, las empresas pueden ajustar su estrategia de posicionamiento. Por ejemplo, una marca que inicialmente se posicionó como económica puede evolucionar hacia premium a través de mejoras en calidad y experiencia del cliente, siempre que se mantenga coherencia en la comunicación.

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La importancia de tener un posicionamiento claro

El posicionamiento deseado no solo define cómo se percibe un producto, sino que también guía la toma de decisiones en todo el proceso de marketing. Desde el diseño del producto hasta la estrategia de precios, pasando por la distribución y la comunicación, cada aspecto debe alinearse con la imagen que se quiere proyectar.

Por ejemplo, si una empresa decide posicionar su producto como el más innovador, cada nuevo lanzamiento debe incorporar elementos que respalden esta imagen. Esto incluye el uso de tecnologías punteras, colaboraciones con expertos en el sector, o incluso el diseño del empaque. Un posicionamiento claro actúa como una brújula para todas las actividades de la marca.

Además, un posicionamiento estratégico ayuda a construir lealtad de marca. Cuando los consumidores saben qué esperar de una marca, es más probable que confíen en ella y la elijan repetidamente. Por otro lado, un posicionamiento ambiguo o contradictorio puede generar confusión y desinterés por parte del público objetivo.

Cómo se diferencia del posicionamiento real

Aunque a menudo se usan indistintamente, el posicionamiento deseado y el posicionamiento real no son lo mismo. Mientras que el primero es el que la empresa quiere que su producto tenga en la mente del consumidor, el segundo es el que efectivamente existe. En muchos casos, el posicionamiento real puede no coincidir con el deseado, lo que puede generar desalineación en la estrategia de marketing.

Por ejemplo, una marca puede querer posicionar su producto como el más barato del mercado, pero si en la práctica el producto no ofrece el mismo nivel de calidad que sus competidores, los consumidores pueden percibirlo como de baja calidad, no por su precio, sino por la experiencia que ofrecen. Por tanto, es fundamental que la estrategia de posicionamiento deseado sea coherente con la realidad del producto.

Ejemplos reales de posicionamiento deseado

Para entender mejor este concepto, examinemos algunos ejemplos reales de posicionamiento deseado exitoso:

  • Apple posiona sus productos como innovadores, estilizados y de alta calidad. Cada lanzamiento refuerza esta percepción, desde el diseño hasta la experiencia de usuario.
  • Tesla busca posicionar sus vehículos como el futuro del automóvil, ecológicos y tecnológicos de vanguardia. Su enfoque en la electricidad y la autonomía refuerza esta imagen.
  • Nescafé posiona su café como rápido, cómodo y de sabor auténtico, ideal para consumidores con vida ocupada que desean disfrutar de un café de calidad sin esfuerzo.

Estos ejemplos muestran cómo el posicionamiento deseado puede moldear la percepción del consumidor y, en última instancia, influir en las decisiones de compra.

El concepto de posicionamiento deseado en marketing

El posicionamiento deseado es un pilar fundamental del marketing moderno. Se basa en el principio de que los consumidores no eligen productos por lo que son, sino por lo que representan para ellos. Por eso, el posicionamiento no se limita a una descripción funcional, sino que busca transmitir emociones, valores y beneficios simbólicos.

Este concepto está estrechamente relacionado con la segmentación del mercado. Para que el posicionamiento deseado sea efectivo, es necesario identificar claramente a quién se le quiere vender el producto. Una vez que se define el público objetivo, se pueden desarrollar mensajes y estrategias específicas que resuenen con sus necesidades, deseos y motivaciones.

Por ejemplo, una marca de ropa puede posicionar su producto como ideal para profesionales que buscan comodidad y estilo en su vida diaria. Este posicionamiento no se basa únicamente en la calidad del producto, sino en cómo se siente el consumidor al usarlo. Es una estrategia emocional que busca conectar con el consumidor a un nivel más profundo.

5 ejemplos de posicionamiento deseado en diferentes industrias

  • Automotriz: BMW posiona sus vehículos como el placer de conducir. Cada modelo refuerza esta idea a través de diseño, rendimiento y experiencia de manejo.
  • Alimentación: Coca-Cola posiona su producto como la bebida más popular del mundo, asociada a momentos felices y de conexión social.
  • Tecnología: Samsung posiona sus productos como innovadores y accesibles, enfocándose en ofrecer tecnología de vanguardia a precios competitivos.
  • Moda: Gucci posiona su marca como lujosa, elegante y con raíces históricas, atrayendo a consumidores que valoran la exclusividad y el arte.
  • Servicios financieros: PayPal posiona su servicio como el más seguro y rápido para enviar y recibir dinero en línea, enfatizando la comodidad y la confianza.

Estos ejemplos muestran cómo el posicionamiento deseado varía según la industria y el público objetivo, pero siempre busca crear una conexión emocional con el consumidor.

Cómo se construye el posicionamiento deseado

El proceso de construcción del posicionamiento deseado es complejo y requiere de una combinación de estrategias internas y externas. Primero, es necesario realizar un análisis profundo del mercado, incluyendo tendencias, competencia y necesidades del consumidor. A partir de este análisis, se define el diferenciador del producto y se establece el posicionamiento deseado.

Una vez definido, se debe desarrollar una estrategia de comunicación coherente que refuerce este posicionamiento. Esto incluye desde el lenguaje utilizado en anuncios hasta la experiencia del cliente en puntos de venta o en línea. También es importante que el posicionamiento deseado se mantenga alineado con la realidad del producto, para evitar desencantos en el consumidor.

Además, es fundamental que todos los elementos de la marca (diseño, packaging, servicio al cliente, etc.) refuercen la imagen que se quiere proyectar. Un posicionamiento deseado sólido debe ser coherente, consistente y memorable.

¿Para qué sirve el posicionamiento deseado del producto?

El posicionamiento deseado del producto sirve para varias funciones clave en el marketing estratégico. En primer lugar, permite diferenciar el producto de la competencia, destacando atributos únicos que atraen al consumidor. En segundo lugar, ayuda a construir una identidad clara y coherente que puede evolucionar con el tiempo sin perder su esencia.

Otra función importante es la de generar lealtad de marca. Cuando los consumidores tienen una percepción clara y positiva de un producto, es más probable que lo elijan repetidamente. Además, el posicionamiento deseado facilita la toma de decisiones en relación a precios, distribución y promoción. Por ejemplo, un producto posicionado como premium puede justificar un precio más elevado.

Finalmente, el posicionamiento deseado también permite segmentar mejor al mercado. Al definir claramente qué quiere transmitir el producto, es posible identificar a los consumidores más adecuados y adaptar la estrategia de marketing para satisfacer sus necesidades específicas.

Variantes del posicionamiento deseado

Existen varias formas de posicionar un producto, cada una con su propio enfoque y estrategia. Algunas de las variantes más comunes incluyen:

  • Posicionamiento por atributos: Se basa en destacar una característica específica del producto, como la calidad, el precio o la innovación.
  • Posicionamiento emocional: Se enfoca en crear una conexión emocional con el consumidor, asociando el producto a sentimientos como felicidad, seguridad o bienestar.
  • Posicionamiento por uso: Se centra en cómo se utiliza el producto. Por ejemplo, una herramienta para profesionales o una bebida para deportistas.
  • Posicionamiento por categoría: Se busca que el producto se asocie con una categoría específica, como el mejor en su clase o el más vendido.
  • Posicionamiento por comparación: Se utiliza para destacar ventajas en relación a la competencia, como más barato, más rápido o más seguro.

Cada variante tiene sus propios desafíos y oportunidades, y la elección de una u otra depende del producto, del mercado y del público objetivo.

La relación entre posicionamiento y comunicación

La comunicación es una de las herramientas más poderosas para transmitir el posicionamiento deseado. A través de anuncios, campañas en redes sociales, contenido digital y experiencia de marca, se puede reforzar continuamente la imagen que se quiere proyectar del producto.

Es fundamental que la comunicación sea coherente con el posicionamiento deseado, ya que cualquier mensaje contradictorio puede confundir al consumidor. Por ejemplo, si una marca quiere posicionar su producto como premium, pero publica anuncios con ofertas agresivas, puede generar incoherencia en la percepción del cliente.

Además, la comunicación debe adaptarse al canal de distribución. Un producto posicionado como moderno y tecnológico puede utilizar canales digitales para llegar a su público objetivo, mientras que un producto posicionado como clásico y tradicional puede beneficiarse de canales más tradicionales como la televisión o la prensa.

El significado del posicionamiento deseado

El posicionamiento deseado no es solo un término de marketing, sino una estrategia que define la identidad de un producto. Su significado va más allá del nombre o del diseño del producto; se trata de lo que el producto representa para el consumidor y cómo se diferencia de otros productos en el mercado.

Este concepto se basa en la premisa de que los consumidores no eligen productos por lo que son, sino por lo que representan para ellos. Por eso, el posicionamiento deseado busca crear una conexión emocional entre el producto y el consumidor, asociando el producto a valores, emociones y experiencias que resuenen con su forma de vida.

El significado del posicionamiento deseado también incluye la responsabilidad de mantener la coherencia entre lo que se promete y lo que se entrega. Si el producto no cumple con las expectativas generadas por el posicionamiento, se corre el riesgo de perder la confianza del consumidor.

¿De dónde surge el concepto de posicionamiento deseado?

El concepto de posicionamiento deseado tiene sus raíces en los años 60 y 70, cuando los especialistas en marketing comenzaron a reconocer la importancia de la percepción del consumidor. Uno de los pioneros fue Jack Trout, quien acuñó el término posicionamiento en su libro *Positioning: The Battle for Your Mind* (1981), junto con Al Ries.

Trout y Ries argumentaron que los consumidores no eligen productos basándose únicamente en sus características, sino en cómo los perciben en relación con otros productos. Este enfoque revolucionó la forma en que las empresas pensaban sobre su estrategia de marketing, llevando a la creación del posicionamiento deseado como una herramienta para moldear esta percepción.

Desde entonces, el posicionamiento deseado se ha convertido en una parte esencial de la estrategia de marketing, especialmente en mercados altamente competitivos donde la diferenciación es clave.

Otras formas de llamar al posicionamiento deseado

El posicionamiento deseado también puede conocerse con otros nombres, según el enfoque o la perspectiva desde la que se analice. Algunos de estos términos incluyen:

  • Posicionamiento estratégico: Enfocado en la planificación a largo plazo para diferenciar el producto.
  • Posicionamiento mental: Se refiere a cómo el producto se percibe en la mente del consumidor.
  • Posicionamiento competitivo: Destaca la ventaja del producto frente a la competencia.
  • Posicionamiento de marca: Aunque más amplio, incluye el posicionamiento del producto como parte de la estrategia de marca.

Cada uno de estos términos refleja un aspecto diferente del posicionamiento deseado, pero todos comparten el objetivo común de definir una imagen clara y atractiva del producto en la mente del consumidor.

¿Cómo afecta el posicionamiento deseado a las ventas?

El posicionamiento deseado tiene un impacto directo en las ventas, ya que influye en la percepción del valor del producto. Un posicionamiento claro y atractivo puede generar mayor interés, fidelidad y, en consecuencia, más conversiones. Por otro lado, un posicionamiento confuso o inadecuado puede llevar a la desconfianza del consumidor y a una disminución en las ventas.

Por ejemplo, una marca que posicione su producto como el más económico del mercado puede atraer a consumidores sensibles al precio, pero si no ofrece una experiencia de calidad, puede perder clientes a largo plazo. En cambio, una marca que posicione su producto como el mejor en su clase puede justificar precios más altos, siempre que el consumidor perciba el valor.

El posicionamiento deseado también afecta el comportamiento de compra. Los consumidores tienden a elegir productos que se alinean con sus valores y necesidades. Por eso, un posicionamiento bien definido puede aumentar el volumen de ventas y mejorar la rentabilidad.

Cómo usar el posicionamiento deseado y ejemplos prácticos

Para usar el posicionamiento deseado de manera efectiva, es fundamental seguir una serie de pasos estratégicos:

  • Investigación de mercado: Identificar las necesidades, deseos y expectativas del consumidor.
  • Análisis de la competencia: Determinar cómo se posicionan los productos similares en el mercado.
  • Definición del posicionamiento deseado: Elaborar una propuesta de valor clara y diferenciadora.
  • Diseño del producto y experiencia: Asegurarse de que el producto cumple con el posicionamiento definido.
  • Comunicación coherente: Transmitir el posicionamiento a través de todos los canales de marketing.
  • Evaluación continua: Medir la percepción del consumidor y ajustar el posicionamiento si es necesario.

Un ejemplo práctico es el de Netflix, que posiona su servicio como el mejor lugar para disfrutar de contenido sin interrupciones. Esta percepción se refuerza a través de su interfaz amigable, su catálogo diverso y su enfoque en la originalidad del contenido.

Errores comunes al definir el posicionamiento deseado

A pesar de su importancia, muchas empresas cometen errores al definir su posicionamiento deseado. Algunos de los más comunes incluyen:

  • Posicionamiento ambiguo: No tener una identidad clara puede llevar a la confusión en el mercado.
  • Falta de coherencia: Cuando el posicionamiento no se refleja en la experiencia del cliente, se pierde la credibilidad.
  • Posicionamiento inalcanzable: Definir un posicionamiento que no sea realista o no sea apoyado por el producto.
  • Ignorar a la competencia: No analizar cómo se posicionan los competidores puede llevar a una estrategia poco efectiva.
  • No adaptarse al cambio: Un posicionamiento que no evoluciona con el tiempo puede perder relevancia.

Evitar estos errores requiere de una planificación cuidadosa y una evaluación constante del mercado.

La evolución del posicionamiento deseado en el tiempo

El posicionamiento deseado no es estático, sino que debe evolucionar con el tiempo. A medida que cambian las necesidades del consumidor, las tendencias del mercado y la competencia, es necesario ajustar el posicionamiento para mantener su relevancia. Por ejemplo, una marca que inicialmente se posicionó como económica puede evolucionar hacia premium a través de mejoras en calidad y experiencia del cliente.

Esta evolución no siempre es lineal. En algunos casos, una empresa puede decidir redefinir su posicionamiento por completo para adaptarse a nuevos segmentos de mercado o para aprovechar nuevas oportunidades. Por ejemplo, Dell pasó de ser una marca de computadoras conocida por su enfoque en la personalización y el B2B, a posicionar su marca como innovadora y accesible para todos.

La clave es mantener la coherencia entre lo que se promete y lo que se entrega, incluso cuando se cambia el posicionamiento. Esto asegura que los consumidores sigan confiando en la marca y en su propuesta de valor.